He dejado Ikebukuro durante 20 años desde que me mudé a Tokio. Será mi última noche en Ikebukuro, donde paso mi vida.
Mirando hacia atrás, cuando era estudiante, Ikebukuro siempre fue un miembro de la sociedad, iniciando negocios y comenzando cosas nuevas.
Hoy estoy bebiendo solo en un bar de cerveza por el que pasé mucho tiempo. Vivir en una nueva casa es un sentimiento de que seré adicto al trabajo, pero lo dejaré en este momento y haré todo lo posible para correr a Bali en mi juventud.
Gracias. Ikebukuro. Noche de Acción de Gracias.
